Elaborado Por Leonardo Garcia Tlapalamatl
Mexico: 1910-1970
miércoles, 18 de marzo de 2015
Conclusiones
Elaborado Por Leonardo Garcia Tlapalamatl
Movimiento Estudiantil
En julio de 1968 durante el gobierno del presidente Gustavo Díaz Ordaz, se iniciaron una serie manifestaciones y marchas estudiantiles en la Ciudad de México que criticaban el autoritarismo del gobierno, apoyaban las protestas en el mundo, pedían se respetara la autonomía universitaria y exigían la libertad de los presos políticos. A los estudiantes de la UNAM se unieron los del Instituto Politécnico Nacional y todos los centros educativos de la Ciudad de México; después asociaciones de maestros y sindicatos hasta convertirse en un gran movimiento social. Con representantes de todos ellos se formó el Consejo Nacional de Huelga que a mediados de septiembre empezó a sufrir una severa represión con la entrada del ejército a la Ciudad Universitaria. En ese momento se calcula que había una docena de muertos y alrededor de 100 detenidos o desaparecidos.
El 2 de octubre de ese año se convocó a una manifestación en la Plaza de las Tres culturas en Tlatelolco. El movimiento estaba ya declinando con muchos de sus líderes encarcelados pero el ambiente social estaba muy tenso a 10 días de iniciarse los juegos olímpicos. Unos minutos después de iniciada la manifestación, con los líderes que quedaban libres y un orador en el tercer piso del Edificio Chihuahua, un helicóptero del ejército mexicano lanza unas bengalas sobre la multitud. Con esta señal, militares, paramilitares y francotiradores abren fuego contra los 5000 manifestantes, estudiantes en su mayoría. El número de muertos es desconocido hasta la fecha, pero se sitúa entre 300 y 500, con más 2000 detenidos. Este fue el fin de movimiento estudiantil, los Juegos Olímpicos se celebraron 10 días después en la Ciudad de México sin incidentes.
En su 5º. Informe de gobierno en 1969, 11 meses después, el presidente Gustavo Díaz Ordaz dijo “Asumo íntegramente la responsabilidad personal, ética, social, jurídica, política e histórica por las decisiones del gobierno en relación con los sucesos del año pasado”. Él consideraba que había cumplido con su deber al “salvar a México del comunismo”, cuya implantación jamás fue uno de los objetivos del movimiento estudiantil.
Libros de Texto Gratuito
Desde 1944, el entonces Secretario de Educación Pública Jaime Torres Bodet - destacado hombre de letras, académico y diplomático mexicano- sintió una gran preocupación por los libros con los que se educaba a los niños y niñas de la educación obligatoria del país. Por su parte, un joven abogado, Adolfo López Mateos, advirtió desde aquella época que el principio de gratuidad de la educación básica -consagrado en la Constitución- no estaba siendo plenamente cumplido porque los libros de texto eran excesivamente costosos, de mala calidad e inaccesibles para la mayor parte de las familias mexicanas.
Cuando llegó a la Presidencia de la República en 1958, López Mateos se encontró con una población con altos niveles de analfabetismo y pobreza que minaban el acceso equitativo a los servicios educativos: "poco puede hacer la escuela por los niños si sus padres no tienen recursos para comprarles los libros de texto" decía. Para hacer frente a tales problemas, López Mateos eligió a quien había sido discípulo del maestro José Vasconcelos para ocupar, por segunda vez, la Secretaría de Educación Pública: Jaime Torres Bodet.
Torres Bodet impulsó una extensa campaña de alfabetización a lo largo y ancho de México con una idea firme: que cada estudiante del nivel obligatorio asistiera a la escuela con un libro de texto bajo el brazo, pagado por la Federación. Así nació la idea de crear la Comisión Nacional de los Libros de Texto Gratuitos (CONALITEG), con la visión de que el libro de texto gratuito, además de un derecho social, fuera un vehículo que facultara el diálogo y la equidad en la escuela.
La CONALITEG fue finalmente fundada por el Presidente López Mateos el 12 de febrero de 1959. Las críticas iniciales a tan magno proyecto no se hicieron esperar, ya que la Comisión, aun siendo un organismo público, otorgó desde el principio libros de forma gratuita a instituciones privadas; el Presidente simplemente respondía: "todos son niños, y todos son parte de nuestro pueblo".
Primer edificio de la CONALITEG, ubicado en Río de la Loza, en el Distrito Federal.
Los primeros libros eran un tema crucial, por lo que su diseño debía ser minucioso, a fin de no contener expresiones que suscitaran rencores, odios, prejuicios o controversias. Esta titánica tarea fue encomendada a Martín Luis Guzmán, un militar, periodista y literato de gran envergadura, ganador del Premio Nacional de Literatura en 1958.
El Presidente Adolfo López Mateos (tercero de izquierda a derecha) supervisa la producción de libros de texto gratuitos, acompañado por el Secretario de Educación Pública, Jaime Torres Bodet (extremo derecho) y el primer director de la CONALITEG, Martín Luis Guzmán (segundo de izquierda a derecha).
La labor de Martín Luis Guzmán se tradujo en resultados que permitieron afianzar la misión de la CONALITEG como un pilar de igualdad en la educación, ya que la producción de libros abasteció la demanda nacional, y algunos de los títulos alcanzaron trece reediciones en los años subsecuentes. En 1960 se produjeron 19 títulos para los alumnos de primaria y 2 para el maestro, cuyas portadas -autoría de los ilustres artistas David Alfaro Siqueiros, Roberto Montenegro, Alfredo Zalce, Fernando Leal y Raúl Anguiano- retrataban héroes de la patria que, además de conmemorar 150 años de independencia y 50 de la revolución mexicana, buscaban infundir en la niñez el ser mexicano.
El Secretario de Educación Pública, Jaime Torres Bodet, hace entrega del primer tiraje de libros de texto gratuitos.
En 1962 la CONALITEG consolidó su arraigo entre la población mexicana cuando empleó una obra de Jorge González Camarena como portada de los libros de texto: "La Patria", una mujer de tez morena, rasgos indígenas y mirada valerosa que, apoyada en la agricultura, la industria y la cultura -simbolizadas en las imágenes del escudo y la bandera nacionales, un libro y diversos productos de la tierra y la industria-, representaba el pasado, presente y futuro de nuestra Nación. Desde ese año y hasta 1972, esa obra ilustró más de 350 títulos.
La Patria- Jorge González Camarena. Colección pictórica de la CONALITEG.
En 1966, la Comisión extendió su oferta en apoyo a las comunidades minoritarias del país mediante la producción de libros en Braille. Para 1972, la institución ya producía 43 títulos para alumnos y 24 para maestros, que reflejaron las reformas educativas propuestas por el entonces Presidente Luis Echeverría.
Una niña lee sus libros de texto gratuitos de primaria en sistema Braille.
La muerte de Guzmán, acaecida en diciembre de 1976, no interrumpió el trabajo de la institución. Gracias al esmero y entrega de su gestión, la Comisión tenía muy bien definidos sus procesos y objetivos, que han sido valorados por el gobierno y la población mexicana desde entonces.
En 1977, las portadas de los libros de texto fueron cambiadas, y se elaboraron colecciones como las Antologías de Educación Normal, que reunieron títulos destinados a las diversas disciplinas.
Movimiento Magisterial
El Movimiento magisterial de 1958 en México fueron una serie de huelgas y un movimiento social en la que participaron maestros, intelectuales, obreros y profesionistas y que fue reprimido por el gobierno mexicano.
En el mes de abril de 1958 el Movimiento Revolucionario del Magisterio (MRM) salió de nuevo a las calles; pues ya en 1956 el Frente Sindical Magisterial encabezado por Othón Salazar había organizado la lucha de la sección novena del SNTE con el fin de pedir mejoras salariales. Contagiados por la lucha de otros sindicatos, como el de los telegrafistas, el de los ferrocarrileros y el de los médicos. Es así que en pleno periodo electoral, los maestros de primaria emplazaron a la Secretaría de Educación Pública el 14% de aumento salarial o en su defecto, irse a la huelga.
Hace ya 20 años que los maestros se habían entregado al ideario cardenista, sin embargo, nunca llegó la continuación del cardenismo, pues el sistema de educación pública se deterioró bastante y el gobierno de Adolfo Ruiz Cortines congeló su salario, pidiendo compresión y paciencia a un magisterio que engrosaba los índices de pauperización y pobreza nacional.
El 12 de abril de 1958 se desbordó ese descontento, pues los maestros de primaria invadieron el Zócalo. La respuesta de las autoridades no se hizo esperar, habiendo varios muertos y decenas de heridos. Lejos de resolver el movimiento, la política de intolerancia gubernista le dio un nuevo sesgo.
El 19 de abril el MRM organizó una marcha del monumento a la revolución hasta la Plaza de la Constitución, exigiendo, además de su aumento salarial, castigo a las autoridades culpables. Ese mismo día, los maestros de la sección novena suspendieron labores y los dirigentes del MRM desconocieron a los líderes sindicales y entregaron el pliego petitorio a la SEP que intentó evadir el conflicto y cerrar las puertas. La respuesta de la SEP, fue simple, una provocación, ya que decían que la solución magisterial tendría que hacerse por conducto del sindicato, pues no se podían resolver los problemas con movimientos ilegales.
A pesar de la evasión de las autoridades, el movimiento magisterial no se desalentó. El 30 de abril, el MRM decidió tomar los patios de las oficinas de la SEP, hasta no ver una solución al conflicto. La ocupación de la SEP por los othonistas fue durante casi un mes, más de 1,500 maestros realizaron dos mítines diarios en los patios del edificio de las calles de Argentina y González Obregón.
Los maestros, que exigían el cese de la violencia, imponían de facto el derecho de huelga y emplazaban al gobierno en sus propios recintos. La ocupación de la SEP encendió pasiones nada ocultas con la iniciativa privada, que pedía el desalojo por la fuerza. La CANACINTRA exigía el control de la situación al costo que fuera; la Asociación de Banqueros pedía una limpieza total de socialistas y comunistas de las escuelas y los empresarios regiomontanos pedían que fuera declarado un estado de sitio. Sin embargo, la indecisión del gobierno provocada por la campaña electoral, dio solución al conflicto.
El 7 de septiembre, cuando el MRM se proponía realizar una manifestación para exigir el reconocimiento de la nueva dirigencia sindical y apoyar las demandas de los ferrocarrileros, los maestros fueron reprimidos de forma violenta. Antes de la realización del mitin, Othón Salazar y los principales dirigentes fueron aprehendidos y torturados.
Derecho al Voto de las Mujeres
En México los primeros antecedentes exitosos del voto datan de 1923 en Yucatán, aunque hubo peticiones desde 1916. Yucatán reconoció el voto tanto municipal como estatal en 1923, con tres mujeres electas para diputadas al congreso estatal: Elvia Carrillo Puerto, Raquel Dzib y Beatriz Peniche de Ponce; además Rosa Torre fue electa para regidora en el ayuntamiento de Mérida. Sin embargo, cuando el gobernador Felipe Carrillo Puerto murió asesinado en 1924, las cuatro tuvieron que dejar sus puestos.
En San Luis Potosí, las mujeres obtuvieron el derecho a participar en las elecciones municipales en 1924 y en las estatales en 1925 pero este derecho se perdió al año siguiente. En Chiapas, se reconoció el derecho a votar a las mujeres en 1925.
En 1937 Lázaro Cárdenas envió una iniciativa de reforma al artículo 34 de la Constitución, que permitiría votar a las mujeres. La iniciativa fue aprobada por ambas cámaras y por las legislaturas de los estados, sólo faltaba el cómputo y la declaratoria para su vigencia. Esta parte nunca se concluyó porque dentro del Partido Nacional Revolucionario, antecedente directo del PRI, se argumentó que el voto de las mujeres “podría verse influenciado por los curas”.
Diez años después, el 17 de febrero de 1947 durante la presidencia de Miguel Alemán se publicó en el Diario Oficial la reforma al artículo 115 de la Constitución que concedía a las mujeres el derecho de votar pero sólo en las elecciones municipales. Esta medida se consideró como un gran avance ya que les daba un lugar a las mujeres en la vida política del país aunque fuera uno muy restringido. En una de las primeras jornadas electorales en Chiapas a finales de ese mismo año, la mujer mexicana finalmente ejerció éste derecho.
El 4 de diciembre de 1952 –tres días después de la toma de posesión de Adolfo Ruiz Cortines- el Partido Acción Nacional solicitó concluir el trámite de la iniciativa presentada por Cárdenas en 1937. Pero el 9 de diciembre, el mismo presidente presentó su propia iniciativa de ley; y desde 1954 la mujer obtuvo el derecho a votar en todas las elecciones. El 3 de julio de 1955 fue la primera vez que la mujer mexicana emite su voto en unas elecciones federales a fin de integrar la XLIII Legislatura del Congreso de la Unión.
Uno de los primeros países del mundo en el mundo que dio igualdad a las mujeres fue Australia en 1912, pero sólo a las mujeres blancas ya que las mujeres – y los hombres- aborígenes no pudieron votar hasta 1962. Lo mismo ocurrió en Canadá en donde las mujeres descendientes de ingleses pudieron votar en 1917 mientras que los nativos, hombres y mujeres, lo pudieron hacer en 1960. Estados Unidos lo concedió en 1920 y Suiza en 1971. El último país del mundo en aceptar el voto femenino fue Arabia Saudita en 2011 aunque las mujeres no podrán ejercer el derecho hasta el 2015.
Sustitucion de Importaciones
En el caso de la política de sustitución de importaciones, debe señalarse que ésta surgió como consecuencia de la segunda guerra mundial y, en menor medida, de la gran depresión, y también surge por los problemas de la balanza de pagos de los países subdesarrollados y su deseo de industrializarse. Al comenzar la Segunda Guerra Mundial y particularmente al finalizar ésta, el gobierno reorientó el proyecto de desarrollo nacional dando lugar a una estrategia de industrialización que se le conoce como: El modelo de sustitución de importaciones, que trata de sustituir los artículos manufacturados de procedencia extranjera que hasta ese momento habían satisfecho el consumo local, por artículos de la misma naturaleza fabricados por la industria nacional. El objetivo, consistió en convertir la actividad industrial en eje del desarrollo económico y de la acumulación del capital. Así se podía pasar de una economía basada sobre todo en la agricultura y la minería de exportación a otra en la que la industria de manufacturas pudiera proveer al mercado interno, ademas de que las exportaciones constituyeran una variedad relativamente diversificada de productos agropecuarios e incluso manufacturados o de consumo intermedio. Dicho modelo también, aceleró la inversión industrial, principalmente para el mercado doméstico, con control estatal de los precios del mercado y con barreras a la entrada y al acceso al financiamiento y las importaciones. La expansión del modelo productivo se relacionó directamente con el comportamiento de la economía mundial.
Fue adoptado en los años 40´s bajo el sexenio de Manuel Ávila Camacho esté modelo fomentó inicialmente el crecimiento de la industria ligera productora de bienes de consumo no duradero, que se convirtió en el eje de la acumulación de capital. De esta forma, se desarrolló una industrialización que los analistas del periodo denominaron "auto centrada" (o hacia adentro). El gobierno mexicano apoyó con subsidios y medidas proteccionistas esa industrialización. La inversión pública dio prioridad al sector industrial, al cual destinó casi 30% del presupuesto público de ese periodo, marginando a la agricultura. Durante esté sexenio, y con la finalidad de impulsar la industrialización en México se crearon algunos organismos como: Sosa Texcoco, S.A. (1940); el IMSS (1942); Altos Hornos de México, S.A. (1942); Cobre de México, S.A. (1943); Guanos y Fertilizantes de México, S.A. (1943); y también se reorganizo NAFIN (Nacional Financiera), con el fin de apoyar al proceso de industrialización y revitalizar el aparato productivo del Estado, con el fin de beneficiar a la iniciativa privada del país.
Durante el sexenio de Miguel Alemán Valdés se siguió impulsando a las empresas privadas, nacionales como extranjeras, en este sexenio se incrementaron las obras de infraestructura en nuestro país, sobre todo caminos y puentes. en la década de los 50´s, surgió una fuerte actividad industrial de pequeñas y medianas empresas.
En 1955 se promulgó la Ley para el Fomento de las Industrias Nuevas y Necesarias, cuyo ordenamiento permitió que se estableciera un importante número de empresas industriales y fundamentalmente medianas y pequeñas, y que un gran número de talleres y artesanías se transformaran en pequeñas empresas. Para esto el Estado instituyó mecanismos de carácter financiero para poder responder a la demanda de créditos de las pequeñas y medianas empresas de tipo industrial, creando un rápido proceso de expansión y diversificación de la rama industrial en nuestro país.
Lo antes mencionado constituye la primera etapa del Modelo de Industrialización Sustitutiva (1940-1955). Que se tradujo en una política económica orientada a promover la expansión y desarrollo industrial en México.
Consecuencia del Modelo de Importaciones
Fue adoptado en los años 40´s bajo el sexenio de Manuel Ávila Camacho esté modelo fomentó inicialmente el crecimiento de la industria ligera productora de bienes de consumo no duradero, que se convirtió en el eje de la acumulación de capital. De esta forma, se desarrolló una industrialización que los analistas del periodo denominaron "auto centrada" (o hacia adentro). El gobierno mexicano apoyó con subsidios y medidas proteccionistas esa industrialización. La inversión pública dio prioridad al sector industrial, al cual destinó casi 30% del presupuesto público de ese periodo, marginando a la agricultura. Durante esté sexenio, y con la finalidad de impulsar la industrialización en México se crearon algunos organismos como: Sosa Texcoco, S.A. (1940); el IMSS (1942); Altos Hornos de México, S.A. (1942); Cobre de México, S.A. (1943); Guanos y Fertilizantes de México, S.A. (1943); y también se reorganizo NAFIN (Nacional Financiera), con el fin de apoyar al proceso de industrialización y revitalizar el aparato productivo del Estado, con el fin de beneficiar a la iniciativa privada del país.
Durante el sexenio de Miguel Alemán Valdés se siguió impulsando a las empresas privadas, nacionales como extranjeras, en este sexenio se incrementaron las obras de infraestructura en nuestro país, sobre todo caminos y puentes. en la década de los 50´s, surgió una fuerte actividad industrial de pequeñas y medianas empresas.
En 1955 se promulgó la Ley para el Fomento de las Industrias Nuevas y Necesarias, cuyo ordenamiento permitió que se estableciera un importante número de empresas industriales y fundamentalmente medianas y pequeñas, y que un gran número de talleres y artesanías se transformaran en pequeñas empresas. Para esto el Estado instituyó mecanismos de carácter financiero para poder responder a la demanda de créditos de las pequeñas y medianas empresas de tipo industrial, creando un rápido proceso de expansión y diversificación de la rama industrial en nuestro país.
Lo antes mencionado constituye la primera etapa del Modelo de Industrialización Sustitutiva (1940-1955). Que se tradujo en una política económica orientada a promover la expansión y desarrollo industrial en México.
Consecuencia del Modelo de Importaciones
Si bien es cierto que durante esos años se vivió una etapa de bonanza en algunas regiones agrícolas, principalmente del norte y noroeste de la república, alcanzando la anhelada autosuficiencia alimentaria en el país, la realidad fue que se privilegió sólo a una parte de los productores. Fue así como los distritos de riego más capitalizados resultaron favorecidos, mientras que se marginó al sector mayoritario del campesinado.
Las consecuencias de esta nueva política no se hicieron esperar: en corto tiempo se presentó un vertiginoso desplazamiento de la mano de obra agrícola hacia las zonas urbanas, y una fuerte emigración hacia el vecino país, con lo que se hicieron evidentes las repercusiones que el cambio de rumbo provocó sobre el empleo agrícola.
Para fortuna de nuestra economía, durante esos años se firmó un convenio entre los gobiernos de México y Estados Unidos que permitió la contratación legal de trabajadores mexicanos en el vecino país y fue conocido como programa de braceros. En cierta forma este convenio sirvió para paliar la demanda nacional de empleo al permitir la internación legal de miles de mexicanos hacia Estados Unidos.
A fines de los años cincuenta y principios de los sesenta se presentó un fuerte estancamiento de la economía mexicana, por lo cual se decidió impulsar la industria pesada del país, desplazando a la industria menos rentable (que era fundamentalmente la nacional). También en este rubro hizo acto de presencia la inversión extranjera de manera importante.
Se reforzó la intervención del Estado en apoyo al crecimiento industrial, se aplicaron medidas para controlar la inflación, y se estableció un tipo de cambio fijo como forma de subsidiar la producción del sector privado y el consumo suntuario de los sectores de mayores ingresos. La economía se estabilizó y el PIB creció hasta 6% en la segunda mitad de los sesenta. Para lograrlo se aplicó una política de contención salarial: solamente los trabajadores ocupados en las industrias más dinámicas, como la automotriz, la siderúrgica y la metal mecánica, pudieron percibir una recuperación en sus salarios, mientras que las mejoras salariales para los sectores ocupados en la industria tradicional y la agricultura se vieron truncadas.
En el campo mexicano se trató de paliar el descontento social de los campesinos, quienes durante más de 20 años habían carecido de apoyos reales para incentivar la producción.
Sin embargo, fueron sólo los estados del noroeste los cuales finalmente capitalizaron los apoyos. La crisis de ese tiempo se cargó sobre las espaldas de los trabajadores y campesinos, lo cual se vio reflejado en el surgimiento de las movilizaciones sindicales y populares.
Las consecuencias de esta nueva política se tradujeron en el incremento del desempleo y el subempleo, y en consecuencia, en un impulso a la emigración de la fuerza de trabajo hacia Estados Unidos.
Decadencia del Modelo de Sustitución de Importaciones
A principios de los años setenta el país se encontraba en una etapa de crecimiento moderado, con una inflación acelerada y con acentuados desequilibrios financieros internos y externos. La tasa media anual de crecimiento llegaba al 5% mientras que la inflación era de 14.2 por ciento.
Pronto, la máscara que envolvía a la economía mexicana ante el exterior se fue develando, y la fama que tenía el país en el extranjero, donde se le consideraba el creador y beneficiario de "el milagro mexicano", se fue deteriorando poco a poco al conocerse lo que realmente ocurría en el interior del país. La pobreza alcanzaba cada vez a más millones de mexicanos, y el desempleo y la inflación eran evidentes. El bienestar del que tanto se había hablado sólo llegó a unos cuantos. El desarrollo económico era simplemente ajeno a la mayoría de los mexicanos.
Las políticas agrícolas del gobierno mexicano que beneficiaban a un solo sector continuaron aplicándose en los sexenios posteriores. Durante la gestión de López Portillo, se presentaron hechos que provocaron la precipitación de una nueva crisis económica, en 1981 se registró un desplome de los precios del petróleo; creció la especulación y la fuga de capitales no se hizo esperar. Ante esto el gobierno mexicano se vio obligado a devaluar el peso.
En esos años los ajustes y las políticas restrictivas del gobierno afectaron de manera particular a la agricultura, provocando otra grave descapitalización de ese sector. El desempleo y la pérdida del poder adquisitivo crecieron vertiginosamente, lo que propició el desplazamiento de una parte importante de la mano de obra hacia el vecino país del norte.
PNR-PRM-PRI
I.- Antecedentes.
Antes de entrar en materia, es necesario recordar algunos antecedentes, que nos llevan a la creación de nuestro instituto político, ( el Partido Revolucionario Institucional); allá por los años de 1928 y a principio de 1929, cuando nuestro país encausaba las facciones revolucionarias, entre las que se encontraban: los Carrancistas, Villistas, Obregonistas, Zapatistas y otras mas y entraban a la etapa de las instituciones políticas, surgió el primero de marzo de 1929 gracias a la visión estadista, del general Plutarco Elías Calles, el Partido Nacional Revolucionario (el P.N.R.), que supo amalgamar en su seno a las distintas corrientes de pensamiento, fogueadas al calor de la revolución de 1910.
A este partido (P.N.R.) pertenecieron: civiles y militares que habían luchado, en la primera revolución social, del siglo XX, a favor de los principios: “no reelección “,”que la tierre fuese de quien la trabaja”, “de la democracia y la justicia social”; su nacimiento fue la solución de múltiples problemas existentes, entre las facciones revolucionarias de aquella época.
Este partido nació con exiguos recursos económicos, se sostuvo gracias a las aportaciones personales de su Comité Directivo Nacional, cuyo presidente era el General Manuel Pérez Treviño, pero tales aportaciones eran insuficientes para el desarrollo de las actividades políticas, que el partido como tal tenía que desarrollar; se pensó, se implementó y se llevó a cabo la idea, de que sin excepción, desde soldado hasta general concedieran un día de haberes, a favor del naciente partido surgido de la revolución, así fue que con este apoyo, mas otros recursos adicionales, nuestro partido siguió su desarrollo histórico que hoy conocemos; por eso y por otras múltiples razones, los militares que integramos “la Leandro Valle”,sentimos muy nuestro al partido que hemos contribuido en el desarrollo de su devenir histórico.
II.- La segunda etapa del partido.
Nueve años más tarde en el año de 1938 después de la evolución de la primera etapa de nuestro instituto político, comprendida esta, de 1929 a 1938, surge fortalecido y renovado: el 2 de abril de 1938, con el nombre de “Partido de la Revolución Mexicana”, (el P.R.M., cuyo presidente, el Lic. Luis I. Rodríguez inaugura la 2 etapa de nuestro instituto, con la viva presencia de los 4 sectores que lo integraban: el Agrario, el Popular, el Obrero y “el cuarto sector Militar”.
III.-La tercera etapa del partido.
Siete años mas tarde, en el año de 1946 se inicia la tercera etapa de nuestro partido, comprendía de 1946 hasta nuestros días; ya para entonces con el actual nombre Partido Revolucionario Institucional, (el P.R.I.) y sin la presencia del cuarto sector Militar.
No por que este, el cuarto sector haya renunciado a pertenecer a nuestro instituto político, sino porque las altas autoridades así lo consideraron conveniente, para contribuir con ello al mantenimiento de la paz y la seguridad nacional.
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